El juez federal Juan Esteban Maqueda llevó a cabo interrogatorios este jueves a seis de los siete detenidos en una investigación relacionada con una banda que se dedicaba al tráfico de drogas desde Bolivia hacia el centro de Argentina, específicamente a las ciudades de Córdoba y Villa Mercedes. La peculiaridad de este caso es que la organización era dirigida por un recluso desde el interior del Servicio Penitenciario Provincial.
Inicialmente, se sospechaba la implicación de cinco personas: Dante Churquina, el líder de la banda y recluso; Daniel Bechem, un empresario de Villa Mercedes; la secretaria de Bechem; y dos individuos encargados del transporte de la droga. Cuatro de ellos fueron detenidos en operativos realizados en San Salvador de Jujuy y Villa Mercedes, mientras que Churquina ya estaba bajo custodia en la cárcel de San Luis.
Sin embargo, en un giro inesperado, dos penitenciarios, Mario Ojeda (subdirector del Penal) y Jorge Orozco (a cargo de la Unidad 1), fueron detenidos en relación con esta red de tráfico. Las evidencias sugieren que el recluso coordinaba la adquisición y el transporte de la droga desde dentro del complejo penitenciario.
El Diario tuvo acceso a los defensores de los penitenciarios, María de los Ángeles de Pascuale y Aldo Giuliani, quienes coincidieron en que aún es pronto para emitir declaraciones sobre el caso debido a los tiempos procesales.
En contraste, los defensores de Bechem y su secretaria, Pascual Celdrán y Bautista Rivadera respectivamente, brindaron información a la prensa. Celdrán admitió que Bechem tenía una relación comercial con Churquina desde hace más de quince años, pero enfatizó que estos intercambios eran estrictamente comerciales y no tenían relación con la venta de drogas.
Bechem fue imputado por el delito de “Tenencia de estupefacientes con fines de comercialización” como financista de la banda. Por su parte, el abogado de la secretaria de Bechem afirmó que su cliente fue indagada por “Partícipe secundario de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización y lavado de activos”, pero aseguró que no tenía ninguna conexión con el tráfico de drogas.
La declaración de los penitenciarios y los dos transportistas aún no se ha divulgado. Sin embargo, se sabe que los primeros permanecen detenidos en la división Narcotráfico mientras esperan una resolución sobre su situación. El juez Maqueda debe tomar una decisión con respecto a los siete detenidos antes del 17 de septiembre.
Germán Anavitarte, defensor del supuesto líder de la banda, optó por no hacer declaraciones a la prensa, ya que aún no ha tenido acceso al expediente. Su cliente será indagado este viernes.
Además de los dos penitenciarios detenidos el miércoles, la Policía de la Provincia ha suspendido a tres oficiales más, pero no se ha confirmado oficialmente sus nombres, según fuentes no oficiales.
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