Alan Guzmán admitió que portaba una daga, pero afirmó que lo hacía debido a que estaba siendo acechado por un joven que le había robado el celular. Antes de que la fiscalía y la defensa presentaran sus argumentos, Guzmán quiso dar su versión de los acontecimientos ocurridos la madrugada del 20 de octubre de 2021, a la salida del boliche Barrio Bajo de Villa Mercedes. Aunque reconoció que estuvo en el local bailable consumiendo alcohol y pastillas, aseguró que no recuerda haber utilizado la daga ni haber apuñalado, ni mucho menos asesinado a Cristian David Gil.
Previo a que el acusado se sentara frente a las juezas para declarar, su abogado, Bautista Rivadera, solicitó al tribunal que su cliente respondiera las preguntas que él le haría. Las magistradas Virna Eguinoa, Daniela Estrada y Sandra Ehrlich aceptaron esta petición.
Guzmán relató que aquella madrugada había acudido al Barrio Bajo junto a su amigo Matías y dos chicas. “Cuando entramos, empezamos a tomar normalmente”, relató. A mitad de la noche, un conocido llamado Julián se acercó a ellos y le ofreció un trago.
“Cuando vi el vaso, noté que en la parte de abajo había dos pastillas”, dijo Guzmán, pero igualmente bebió todo su contenido. “Lo bebí todo y después seguí tomando vino, cerveza, de todo”, agregó.
Narró que más tarde salió del boliche y se quedó afuera esperando a Matías. “Como él no venía, me fui a la esquina y vi a varias personas peleando”, comentó.
Reconoció entre los involucrados en la pelea a su amigo Franco Soria. “Entonces, me metí en la pelea”, admitió.
Guzmán contó que recibió un golpe con una botella que lo hizo caer al suelo y, en ese momento, sacó una daga. También aclaró que llevaba el arma blanca desde hace unos días por motivos de protección, ya que un delincuente del barrio San Antonio lo había amenazado y perseguido tras robarle un teléfono. “Donde me veía, me amenazaba o intentaba dispararme”, detalló. “Sé que saqué la daga. Después vi que Matías trató de agarrarla. Pero no recuerdo qué sucedió después. Sé que la arrojaba”, indicó.
“¿Querías matar a alguien esa noche?”, preguntó el defensor, a lo que Guzmán respondió: “No, nunca haría algo así. Pero si fui yo, pido perdón a la familia por haber matado a ese chico. Yo tenía muchos problemas con las drogas”.

La escena del crimen, en Perú y Betbeder. Foto ED
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