Un nuevo capítulo en el controvertido caso de abuso a una niña de 3 años en el barrio Centenario de Santa Rosa del Conlara ha dejado perplejos a los ciudadanos de Argentina. Juan Ignacio Belardinelli, vecino de la pequeña víctima, fue nuevamente declarado culpable por un tribunal tras un largo proceso judicial que había comenzado en 2018.
El aberrante suceso ocurrió el 5 de febrero de 2018, cuando la pequeña jugaba junto a otros niños en la casa del hermano del acusado, quien tenía 17 años en ese momento. La mamá de la niña denunció el abuso, y Belardinelli fue detenido, indagado y posteriormente procesado con prisión preventiva por el delito de “Abuso sexual con acceso carnal”. Sin embargo, debido a su edad, el joven estuvo alojado en una Comisaría de Atención a la Niñez, Adolescencia y Familia de San Luis durante cerca de seis meses, hasta que el encarcelamiento no fue prorrogado y quedó en libertad.
El primer juicio, que tuvo lugar en septiembre de 2021, concluyó con la responsabilidad del acusado, aunque la causa fue remitida al Juzgado de Familia, Niñez y Adolescencia de Santa Rosa del Conlara para determinar la pena adecuada debido a la minoridad del imputado al momento de los hechos.
Sin embargo, el caso dio un giro inesperado cuando los abogados de Belardinelli presentaron una apelación en noviembre de ese mismo año, alegando que los jueces no habían valorado adecuadamente todas las pruebas y que habían sido arbitrarios en su fallo. La apelación fue aceptada por el Superior Tribunal de Justicia, que anuló la sentencia y ordenó la realización de un nuevo juicio, generando consternación en la opinión pública.
El nuevo debate culminó el pasado viernes con una nueva condena a Belardinelli, pero esta vez bajo la calificación de “Abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa”, una modificación respecto a la acusación inicial. Los abogados del acusado nuevamente presentarán un recurso de casación para recusar el fallo, lo que podría prolongar aún más el caso.
Gustavo Federico Farías y Carolina Cuello, abogados del imputado, argumentaron que el tribunal fue arbitrario en su decisión y modificó la plataforma fáctica del caso. Por su parte, Farías reiteró la inocencia de su defendido, enfatizando la falta de pruebas biológicas o genéticas que lo incriminen y solicitando la absolución por el beneficio de la duda.
La situación ha generado un debate intenso en la sociedad y entre los expertos legales, poniendo en el centro de atención la necesidad de garantizar una justicia transparente y efectiva en los casos de abuso infantil. El próximo paso será la cuantificación y fijación de la pena por parte del Juzgado de Familia de Santa Rosa del Conlara, lo que podría implicar un nuevo desafío para las partes involucradas y una vez más, capturar la atención de todo el país.
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