En su presentación, destacó la determinación de San Luis para desafiar y vencer la ortodoxia económica que busca desacreditar la obra pública.
Entre las obras anunciadas por el gobernador, se incluyen la construcción del dique Quines y del acueducto del Este, así como la construcción de una autopista que conectará La Punilla con Merlo y la urbanización de La Granja La Amalia para la creación de un parque deportivo y recreativo. También se anunció la pronta inauguración de la continuación de la Avenida Lafinur, que conectará con los barrios del sur.
Además, se realizará el llamado a licitación para la obra sobre la Avenida Santos Ortiz, que completará la circunvalación en la ciudad capital. El gobernador hizo hincapié en la importancia de invertir en la obra pública, ya que esto genera un circuito genuino que estimula el empleo, el consumo y, por ende, el crecimiento de los comercios.
Rodríguez Saá también repasó minuciosamente la gran mayoría de obras públicas que se han llevado a cabo en todas las localidades de la provincia y que han cambiado su fisonomía. Desde el asfalto del cemento en cada rincón, hasta los edificios emblemáticos como los hospitales, las escuelas generativas, la Villa Deportiva, la Casa de la Música, el Hospital “Ramón Carrillo”, el estadio La Pedrera, Terrazas del Portezuelo y la fundación de la ciudad de La Punta. El gobernador leyó tan rápido, apresurando el paso, ante tamaña envergadura de obras.
Además, destacó el Complejo Pampa de las Salinas como “un canto a los derechos humanos”, ya que los especialistas que lo visitan recomiendan las cárceles de San Luis.
El gobernador concluyó su discurso enfatizando que San Luis es un ejemplo de un buen gobierno, ya que se ha podido construir con un presupuesto equilibrado y con un fondo anticrisis. Esto demuestra que el buen gobierno se conoce por un presupuesto equilibrado, mientras que lo contrario es un presupuesto deficitario que solo refleja la ineficiencia de los malos gobiernos.
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