Con un público que lo aplaudió de pie, el expresidente uruguayo, José Mujica, recibió este viernes el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), brindó una clase magistral y a algunos les robó unas lágrimas de emoción.
“Aflojen, muchachos, estoy un poquito usado, pasado de años, y las emociones hay que graduarlas”, expresó Mujica para calmar a los oyentes.
El galardonado agarró el micrófono y el silencio era tal que solo se podía escuchar el correr del viento. “Agradezco al pueblo de San Luis, este cacho de pueblo argentino, a esta universidad que lucha por el desarrollo de la inteligencia que es el camino de la libertad posible, al gobierno local que hizo posible que yo viniera, y mi agradecimiento a ustedes”, expresó Mujica.
“Sé los problemas que tiene la Argentina, sé lo que están sufriendo las masas argentinas. Soy consciente del dolor acumulado y la deuda social de toda América Latina. Siento el dolor de Haití, de los desposeídos, de los olvidados. Me doy cuenta de los tremendos despilfarros en los que caemos, pero nada de eso se superará si los hombres no luchamos y no cultivamos un sendero de esperanza”, expresó.
Durante casi 30 minutos, a sus 87 años, Mujica dejó de lado la silla que le brindaron y disertó sin sentarse ni un segundo.
“Soy un viejo militante de la década del 60, de aquella juventud muy heroica y llena de utopía que creyó que era posible cambiar el mundo, arriesgó la vida, se jugó entera y gastó su juventud, fue derrotada y aplastada a lo largo y a lo ancho del continente americano, siempre cultivando el sueño de un mundo mejor”, expresó.
El Doctorado Honoris Causa no fue la única distinción que recibió Mujica, dado que el Gobierno de la Provincia lo declaró huésped de honor, al igual que a su esposa, la exvicepresidenta de Uruguay, Lucía Topolansky. La referente política ingresó al anfiteatro antes que su marido, mientras tocaba Algarroba.com y el público la ovacionó.
“Vine a escuchar a ‘Pepe’ porque es uno de los mejores presidentes que ha tenido América Latina en su historia. Nunca pensé que iba a verlo acá, fue una sorpresa agradable. Yo no puedo caminar bien, pero he venido porque es necesario escucharlo”, expresó Gabriel Gutiérrez, quien es docente y miembro de la Junta de Historia de San Luis.
Según la UNSL, ayer concurrieron unas 3.500 personas. La visita de “Pepe” y Lucía a San Luis quedará en la historia puntana.
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