Los gobernadores del Partido Justicialista (PJ) están tomando distancia de las disputas internas del Frente de Todos (FdT) y centrando su atención en retener sus provincias. Mientras tanto, el oficialismo busca reacomodarse alrededor de Cristina Kirchner para resolver su interna.
La renuncia de Alberto Fernández a cualquier intento reeleccionista ha dejado un espacio vacante que rápidamente será ocupado por un adversario, según la teoría política.
El poder del Presidente se está diluyendo a medida que se acercan las elecciones. El discurso de Cristina Kirchner en La Plata el jueves pasado fue una supuesta “clase magistral” que dejó en claro que ella tiene el lápiz para escribir las listas de candidatos. Se especula que podría ser candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires para mantener sus fueros y convertirse en la jefa de la oposición en el Congreso en caso de que el FdT deba entregar la banda presidencial a otro partido político.
Cristina Kirchner ha disciplinado a la mayoría de los miembros del FdT, incluyendo a los peronistas y a los “albertistas” que han comenzado a cambiar de bando, tal como se vio en el Teatro Argentino de La Plata. “Ante Cristina, todos bajan la cabeza y se someten mansamente, especialmente los gobernadores e intendentes”, según un peronista experimentado en batallas electorales.
Aunque todos dicen “sí” a Cristina, la mayoría de los gobernadores no quieren dejar su suerte echada al FdT y a ella. Han desdoblado las elecciones en sus provincias y apuestan a renovar sus mandatos o los de sus delfines antes de las elecciones presidenciales.
Los intendentes, especialmente del conurbano, han decidido utilizar una estrategia que tiene su historia en el peronismo: el corte de boleta. Esta estrategia ya le costó al kirchnerismo la elección de 2009 frente a Francisco de Narváez.
Si no es Cristina Kirchner, en el FdT no ven otra salida que la candidatura de Sergio Massa, siempre y cuando la economía y el dólar no se lo lleven puesto como un tsunami. Massa encabezaría la fórmula junto a un gobernador o una mujer del interior. Pero encontrar un mártir para la causa no será fácil si las encuestas no reflejan con certeza el futuro.
En la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof es el favorito para ir por la reelección. Hay rumores de que podría ir en una fórmula con la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, una “albertista” que estuvo en La Plata escuchando a Cristina Kirchner.
Máximo Kirchner está jugando todas sus cartas para retener la provincia de Buenos Aires, que es el refugio de La Cámpora. Por eso se lo ve públicamente más cerca que nunca de Axel Kicillof.
El kirchnerismo parece haber recobrado fuerzas internas después de la decisión de Alberto Fernández y se escuda detrás del “rayo paralizador” de Cristina Kirchner, quien a su vez se convierte una vez más en una comentarista de la realidad nacional, sin asumir responsabilidades
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