En su viaje desde Córdoba hasta San Luis, una banda delictiva eligió como objetivo las playas de estacionamiento de supermercados en busca de vehículos para saquear. En un lapso de 24 horas, lograron cometer robos en cinco ocasiones, aprovechando un inhibidor de alarmas. Sin embargo, la rápida respuesta de las autoridades, incluyendo el Departamento de Investigaciones y los operadores de las cámaras de seguridad pública, llevó a la detención de dos de los tres sospechosos esa misma noche, mientras que el tercero se encuentra prófugo y con una orden de detención activa.
El viernes, la Policía logró recuperar una considerable cantidad de bienes robados, mientras que la pareja involucrada solicitó una prórroga de su detención y permanecerá tras las rejas.
Durante el transcurso del martes, se reportaron cuatro robos en las playas de estacionamiento de supermercados en diferentes ubicaciones de San Luis. En todos estos casos, las víctimas descubrieron que las alarmas de sus autos estaban activadas, pero las pertenencias que habían dejado en su interior habían desaparecido.
Un día después, cerca de las 21 horas, el Centro de Operaciones emitió una alerta sobre un nuevo incidente en un supermercado ubicado en Avenida del Fundador. El personal de Investigaciones respondió de inmediato, revisando las cámaras de seguridad y confirmando información proporcionada por el Sistema Inteligente de Seguridad Provincial (Sispro): todos los robos involucraban a un vehículo Volkswagen Suran gris con patente PNQ-432.
Poco tiempo después, un agente de la brigada de calle localizó el automóvil señalado en la playa de estacionamiento Santa Rita, en Presidente Perón al 1000, y detuvo a Jessica Francia, de 25 años, con domicilio en la ciudad de Córdoba. Durante la búsqueda, se encontró entre sus pertenencias la llave de un hotel ubicado a solo 70 metros de su ubicación, lo que llevó a la Policía a inspeccionar el lugar.
En esa misma ubicación, se encontró a Maximiliano López, quien había sido testigo de la detención de Francia. López había preparado varios bolsos y estaba a punto de tomar un taxi para huir. En sus pertenencias se hallaron numerosas prendas de vestir, varias zapatillas deportivas, una mochila con varias computadoras portátiles, mouse, cargadores y un teléfono celular Samsung, entre otros objetos. Además, se encontraron en sus bolsillos casi 70 mil pesos en efectivo, documentación personal y documentos del tercer sospechoso, de apellido Reinoso, quien tenía una orden de detención emitida por la fiscal del caso, María del Valle Durán.
Las habitaciones alquiladas por el grupo fueron allanadas por los investigadores el viernes al mediodía, con una orden judicial. En su interior se encontraron más prendas de vestir, casi 800 mil pesos en productos cosméticos que pertenecían a una de las víctimas, billeteras y otros bienes. Todos estos objetos fueron reconocidos por las cinco personas que habían sido víctimas de los robos.
Dentro del vehículo Volkswagen Suran, se encontró un dispositivo electrónico negro con antena y cuatro botones marca Pandora, utilizado para desactivar alarmas, así como documentación perteneciente a Reinoso y a una de las víctimas de apellido Ponce, un perfume y teléfonos celulares.
En una audiencia llevada a cabo por la mañana, López y Francia comparecieron ante el juez de Garantías 3, Marcos Flores Leyes. La fiscal Durán formuló cargos provisorios por cinco hechos de hurto calificado y solicitó 120 días de prisión preventiva. El abogado Emmanuel Correa Otazú, quien los asistió, solicitó ocho días de prórroga de la detención para estudiar el expediente.
La fiscala destacó que se logró recuperar casi la totalidad de los bienes robados, resaltando el trabajo conjunto de todas las áreas de la Policía provincial y la esencial colaboración de los operadores del Sispro. El comisario general Roberto Molina, al frente de la Dirección General de Investigaciones, elogió la coordinación entre las fuerzas de seguridad que permitió el éxito de la operación.
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