En el barrio 500 Viviendas Norte de la ciudad de San Luis, específicamente en la manzana 143, se vivió un episodio de violencia este mediodía durante la celebración del Día del Amigo. Lo que debería haber sido una reunión familiar para compartir un momento ameno y alegre, rápidamente se convirtió en un caos de enfrentamientos con la Policía y daños a la propiedad.
Según relatos de testigos, la confrontación comenzó alrededor de las 11 de la mañana, cuando dos mujeres, aparentemente hermanas, se enfrascaron en una pelea. La situación se agravó al notar la presencia policial en el lugar, lo que motivó a las mujeres a unirse contra los efectivos y arrojarles objetos contundentes. Dos vehículos policiales sufrieron abolladuras y roturas de vidrios debido a la violencia desatada.
Lo más preocupante fue el destino de dos efectivos policiales, quienes resultaron gravemente heridos durante los disturbios. Uno de ellos recibió un golpe en la cabeza con un bloc de cemento, mientras que el otro fue alcanzado por una piedra. Ambos sufrieron cortes importantes en sus rostros, requiriendo atención médica urgente. Fueron trasladados al hospital más cercano para recibir tratamiento, según información proporcionada por las autoridades policiales presentes en la escena.
Ante la gravedad de la situación, se solicitó la intervención del grupo COAR (Compañía de Operaciones de Alto Riesgo). Para controlar la situación, los efectivos de COAR emplearon disparos de balas de goma y pintura, buscando dispersar a los agresores y restablecer el orden en el área afectada.
Una de las mujeres agresoras intentó huir del lugar corriendo hasta Avenida Fuerza Aérea, donde se acostó sobre la carpeta asfáltica en un acto de protesta. Esta acción obligó a los vehículos que transitaban por la zona a detenerse. No obstante, finalmente, tanto ella como la otra mujer involucrada, identificada como las hermanas Guardia, fueron detenidas junto a un hombre que también participó en la agresión contra las fuerzas de seguridad.
Los residentes del barrio expresaron su preocupación y malestar por la frecuencia de este tipo de incidentes en la zona. Los disturbios se han vuelto, lamentablemente, una situación habitual en el barrio 500 Viviendas Norte, generando un clima de inseguridad e intranquilidad entre los vecinos y las autoridades locales.
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