En las últimas horas, un caso que conmueve a la comunidad de Villa Mercedes, el crimen de Mafalda Sánchez en el Barrio La Rioja, ha tomado un giro inesperado. La esposa de uno de los sospechosos detenidos durante la madrugada del martes ha levantado la voz, afirmando que la Justicia podría estar cometiendo un grave error.
El trágico incidente ocurrió cuando Mafalda Sánchez, una conocida militante del Partido Justicialista, fue engañada por dos individuos que se hicieron pasar por electricistas, cortando la electricidad de su hogar. Ingresaron al domicilio con la intención de robar, pero la situación escaló y resultó en su muerte tras un violento ataque.
La señora Eugenia, esposa de uno de los detenidos, Jorge Rivarola, asegura que la Policía realizó un allanamiento en su vivienda ubicada en el Barrio Villa Celestina, en busca de su pareja. Sin embargo, ella afirma que no encontraron evidencia alguna que los vinculara al crimen, llevándose solamente tres teléfonos celulares como resultado de la intervención.
Eugenia enfatiza que su esposo estaba trabajando hasta las 21:40 horas del día del crimen, respaldado por testigos y pruebas de cámaras de seguridad que lo ubicaban en otro lugar, disfrutando de una cena en la calle junto a sus compañeros. Ella urge a que las autoridades revisen estas grabaciones para corroborar su coartada.
Jorge Rivarola tiene antecedentes penales, pero ha estado empleado en una empresa que realiza trabajos en la Avenida 25 de Mayo durante los últimos cinco meses. La esposa de Rivarola solicita desesperadamente ayuda y resalta que sus colegas están dispuestos a testificar en su favor. Además, menciona que el encargado de la empresa confirma que los trabajadores no pueden abandonar sus labores, por lo que se les provee comida en el lugar de trabajo.
En una entrevista con el periodista Daniel Rodríguez, Eugenia también reveló que un oficial apuntó un arma a la cabeza de su hija de 12 años, quien dormía en una de las habitaciones, y esposó a su hijo de 14 años en el suelo durante el allanamiento. Aclara que su única intención es que la verdad salga a la luz y que su esposo sea liberado, considerando que las pruebas en su contra son insuficientes.
Finalmente, Eugenia confiesa su incapacidad para costear un abogado, cuyos honorarios ascienden a $900 mil, y hace un llamado desesperado a que se considere la falta de pruebas sólidas en contra de su pareja. Argumenta que en sus teléfonos celulares se encuentran fotos y videos de la fecha del crimen que respaldan su versión. Asimismo, recalca que Jorge Rivarola está actualmente empleado y es el sostén de la familia, por lo que su detención podría poner en peligro su empleo y el bienestar económico del hogar.
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