En octubre del año pasado, el acusado disparó un arma de fuego contra la mujer y luego la golpeó con la culata del arma. El incidente tuvo lugar en Piedra Blanca Abajo, Merlo, en la vía pública y en el domicilio de la víctima. Sin embargo, la mujer pudo accionar un dispositivo de alerta temprana instalado en su celular.
Desde su arresto, el acusado ha permanecido en prisión preventiva en el Servicio Penitenciario Provincial. El pasado viernes se celebró una audiencia de control de acusación por violencia de género en la que la fiscal a cargo, Débora Roy Gitto, pidió que el acusado sea condenado a seis años de prisión efectiva, así como a costas procesales y accesorias de ley.
La fiscalía consideró que el acusado era responsable de varios delitos, entre ellos incumplimiento de una orden judicial, amenazas con arma de fuego, lesiones leves agravadas por el vínculo, portación de arma de fuego de uso civil y abuso de armas agravado por el vínculo, todos ellos en concurso real. Además, se argumentó que el acusado había actuado en el contexto de violencia de género y se habían producido agravantes como la existencia de una restricción de acercamiento que se había incumplido, el aprovechamiento de la relación preexistente y los antecedentes penales condenatorios del acusado.
Por su parte, la defensa técnica del acusado, Guillermo Levingston, rechazó la teoría del caso presentada por la fiscalía y ofreció su propia versión de los hechos. Aunque el acusado estuvo presente en la audiencia, se abstuvo de hacer declaraciones.
Tras escuchar a ambas partes, el Juez de Garantía N°2 de la Tercera Circunscripción, Jorge Osvaldo Pinto, aceptó la petición de la fiscalía y dio luz verde para la elevación del caso a juicio.
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