En los alrededores de la Legislatura de la provincia de Jujuy, se registraron violentos incidentes que dejaron un saldo de casi medio centenar de heridos, incluyendo a una persona en estado grave, y al menos 17 detenidos. Estos sucesos ocurrieron en el contexto de protestas contra la reforma de la Constitución provincial, recientemente aprobada por el gobernador Gerardo Morales.
El gobernador Morales había dado luz verde a la reforma constitucional minutos antes de su declaración oficial, lo cual generó un clima de tensión y descontento entre los manifestantes. La situación se tornó caótica cuando se produjo una lluvia de balas de goma, gas pimienta, pedradas, palos y vallas derribadas. En ese breve intervalo, el gobernador juró frente al parlamento y, en menos de un minuto, aprobó la reforma.
Ante esta acción del mandatario provincial, los manifestantes decidieron tomar medidas más radicales e ingresaron por la fuerza a la Legislatura. En su avance, prendieron fuego a algunos sectores y autos que se encontraban estacionados cerca del lugar, los cuales utilizaron como escudos previamente.
El saldo de los enfrentamientos fue significativo, con aproximadamente medio centenar de heridos, incluyendo a una persona que sufrió un traumatismo craneal grave, y al menos 17 personas detenidas. Estos hechos violentos se extendieron durante casi cuatro horas, desde la mañana hasta la tarde, a medida que los reclamos y protestas se desplazaron desde la Legislatura hacia la zona de la vieja terminal. Al mismo tiempo, distintos gremios se dirigieron a la Plaza para diferenciarse de los manifestantes violentos, distanciándose de los actos de vandalismo como la quema y el vuelco de automóviles cercanos a la Casa de Piedra.
Los manifestantes lograron romper vidrios y avanzar hacia el interior de la Legislatura, donde incendiaron objetos y los arrojaron en el edificio. En respuesta, las fuerzas de infantería de la policía jujeña se enfrentaron a los manifestantes, utilizando balas de goma y gases lacrimógenos. Durante los enfrentamientos, un manifestante perteneciente al Movimiento Argentina Rebelde (MAR), identificado como Nelson Mamaní, resultó gravemente herido en la cabeza y fue trasladado en ambulancia al hospital Pablo Soria de la capital jujeña.
A pesar de los esfuerzos de la Policía local, los manifestantes lograron ingresar a las oficinas de la parte posterior de la Legislatura provincial, luego de superar las vallas de contención ubicadas en las calles cercanas al recinto. En ese mismo momento, los convencionales declararon aprobada y jurada la reforma parcial de la Constitución, que entrará en vigencia tras su publicación.
En respuesta a los acontecimientos, la CGT regional de Jujuy emitió un comunicado repudiando los actos de violencia y convocando a un paro general de 48 horas para los días miércoles 21 y jueves 22. La central obrera local instó a retomar el diálogo como único camino hacia el consenso. Además, se decidió suspender la conferencia de prensa que estaba prevista para el miércoles a cargo de Pablo Moyano, quien tenía programado visitar la provincia.
Por otra parte, el aeropuerto de Jujuy se encontraba cerrado debido a un corte de ruta en la localidad de Perico, lo que obligó a desviar los aviones que tenían previsto aterrizar allí hacia Salta. Asimismo, los servicios de colectivos dejaron de funcionar como medida preventiva debido a los incidentes, y no se descartaba que se mantuviera esta medida por falta de seguridad.
En Buenos Aires, partidos y agrupaciones de izquierda llevaron a cabo una marcha en el centro de la ciudad, la cual culminó frente a la Casa de Jujuy en Buenos Aires. Esta manifestación tuvo como objetivo expresar su repudio a los hechos ocurridos en la provincia. El Partido Obrero y otras organizaciones sociales cortaron parte de la Avenida 9 de Julio, incluido el Metrobús, y exhibieron carteles con consignas como “Fuera Morales” y “Basta de represión en Jujuy”.
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