Hace unos días intervine en un intercambio de ideas con la esposa de un transportista. Ella se notaba enojada, pero luego de charlar, ambos descubrimos que la emoción que mas primaba era la tristeza y el dolor por no poder ver a su pareja. Planteaba no entender por qué, si el virus ya es comunitario, un camionero no puede ingresar a la provincia, cuando policías y otros sectores que también se encuentran en contacto con posibles casos, sí vuelven a dormir con sus familias. Yo intentaba explicarle, dentro de lo que entiendo, que con el virus comunitario se complica la trazabilidad, pero que aún así es necesario detenerlo y cortar la circulación sostenida. Surgió el tema de los PCRs.
La explicación de muchos transportistas sobre estos, es que les sale muy costoso el examen, que esos $7000 en una privada para llegar con una certificación a la provincia, a veces prefieren enviarlos a la familia, por que es la ganancia de un montón de tiempo trabajando. Y en este punto es donde las cosas me hacen ruido. ¿Por qué el transportista tiene que estar pagando el PCR? Mas allá de que ya existen lugares para los test en los ingresos de la provincia, los conflictos sobre el tema continúan, y nadie parece animarse a nombrar el rol de los gremios y las obras sociales.
Casualmente, hace unos días, me llega la anécdota de una pariente en Bs. As., COVID positivo, que fue atendida de inmediato por su obra social. Resulta que hay dos resoluciones nacionales (la 326/2020 y la 1095/2020, por si desea buscarlas) que no solo hablan de las prestaciones durante el marco de la pandemia, sino que también reglamenta el reintegro a las obras sociales. Hace poco, la Superintendencia de Servicios de Salud emitió un comunicado en el que dice que “las obras sociales y prepagas deberán cubrir la totalidad de los tratamientos que requieran los pacientes y casos sospechosos o confirmados, y esta obligación incluye la realización de test diagnósticos, traslados, medidas de aislamiento, internaciones, etc.”. La letra chica no dice nada de los camioneros que no tienen síntomas, aunque abre un abanico hermoso de posibilidades en el interior del país sobre lo que están haciendo o no las obras sociales. También es un jugoso tema para que autoridades y obras sociales se sienten a ver por qué no pueden cubrir los PCR de camioneros, si hay reintegros de un fondo de emergencia sanitaria.
Y ahora nos vamos a otro tema importante. ¿Cuál es el rol de los gremios de camioneros? Otro tema interesante para tocar un 17 de octubre, día en que muchos sectores gremiales pidieron por la presidencia del entonces Coronel Perón que dejaba obligado su puesto de Secretario de Trabajo y había sido encarcelado, y que nos llevó a un nuevo gobierno democrático un tiempo después. Hoy parecería ser que varios sectores gremiales tienen tanto poder que sus pares políticos no se atreven a reclamar. ¿Por qué en este momento los sectores gremiales no apoyan a los transportistas con, aunque sea, una parte del costo de los PCR? ¿Sólo sirven para cortar rutas? ¿No le sacan dinero todos los meses a cada camionero? ¿No será momento de arremangarse y trabajar junto al gobierno en vez de hacer que sus afiliados corten los ingresos de la provincia?
Y aquí viene otro tema más que muy interesante. Hace unos días, el señor Omar Gatica, del Sindicato de Camioneros mantiene una acalorada discusión con miembros del gobierno, a través de una videoconferencia. Cuando cortan, Gatica se queda unos minutos más, por que no sabe como desconectar la computadora. Espera, pregunta, y aparece alguien para ayudarlo. Cuando este amigo se sienta frente al escritorio, se ve su rostro: el excandidato a Intendente municipal por la ciudad de San Luis, Enrique Picco. Surgen varios hipótesis, o Picco es camionero (aunque en AFIP figura como Monotributista “Servicios relacionados con la construcción”), o es, como se excusó él, muy amigo del señor Gatica, o esto huele a estrategia política(el año que viene hay elecciones). Ya lo dice el refrán, si camina como pato, tiene picco (perdón, es con una sola “c”, fue un error tipográfico) y hace “Cuac”, debe ser un pato.
Supongamos que es la última opción. Ya es demasiado terrible para todos estar viviendo en esta situación. ¿Es necesario, para tomar un poco de poder, usar al pueblo de rehén? Porque eso están haciendo al incentivar a los afiliados a cortar los ingresos desabasteciendo a una provincia. Hay locales comerciales que tienen que cerrar o vender menos por falta de abastecimiento, pero los pagos a los empleados tienen que hacerlo lo mismo.
Y lo peor de todo, es que en esta guerra política que muestra lo peor de las mezquindades humanas en muchos sectores, y lo mejor de ella en otros casos, los que están sufriendo son los camioneros, que son unos héroes por estar trabajando en esta pandemia, abasteciendo un país, solos, en las rutas, sin poder ver a su familia, abrazar a sus esposas e hijos, probablemente sin poder ver a nadie en el día de la madre, y teniendo que pagar de su bolsillo los benditos PCR.
Comments