En un desgarrador episodio judicial en la ciudad de San Luis, Gustavo Daniel Agüero, de 40 años, admitió haber asesinado a Dora Arce, su pareja y madre de sus hijos, en febrero de 2022, en Quines. La confesión se produjo durante el juicio, donde Agüero pidió perdón a su familia, a la sociedad y a la familia de la víctima.
El tribunal, tras la impactante confesión, decidió dictar la pena de prisión perpetua para el imputado. El veredicto llegó después de desistir de los testimonios de testigos restantes, dada la admisión del crimen por parte del acusado.
El proceso judicial incluyó declaraciones de familiares y amigos de la víctima, así como la intervención del hijo de la pareja, Leonel, quien estaba presente en el momento del crimen. La fiscalía y la defensa acordaron no someter al joven a declarar para evitar revictimización.
La fiscal de Juicio, Virginia Palacios, afirmó que tanto el crimen como la autoría quedaron acreditados más allá de la confesión. Mantuvo la calificación inicial de “homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género”, señalando la asimetría en la relación y la prevalencia del acusado sobre la víctima.
Sin embargo, los abogados de la defensa cuestionaron la calificación de la fiscalía, argumentando la falta de pruebas de violencia de género. Sostuvieron que el crimen fue un acto aislado, sin antecedentes de violencia en la relación. La defensa propuso una condena de 10 años por “homicidio culposo por el vínculo en estado de emoción violenta”, argumentando la inconstitucionalidad de la prisión perpetua.
Finalmente, los jueces dictaron la condena de prisión perpetua para Agüero, pero sin el agravante de violencia de género. La decisión generó controversia en la ciudad, destacando la complejidad del caso y sus implicaciones legales.
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