La autopsia realizada este sábado al cuerpo de Anahí Abrego, la mujer encontrada muerta en el canal que cruza el pueblo de Quines, confirmó que la joven de 23 años falleció por ahogamiento. Además el informe realizado por el forense Luis Lucero Arienti señala que “no hay signos de muerte violenta”.
La necropsia, que se realizó en la morgue del Hospital San Luis, también destacó que la data de muerte habría sido unas tres horas antes del hallazgo, es decir que Anahí habría fallecido alrededor de las 8 de la mañana de este viernes.
Y por los datos que reveló el forense, el motivo más firme que tienen ahora los investigadores de la Brigada Homicidios es la muerte accidental.
También esta pista está basada en los testimonios de al menos diez personas –entre familiares y amigos- que fueron citadas a prestar declaración durante la tarde de este viernes y fueron quienes pasaron las últimas horas con Anahí en esa localidad del norte de San Luis.
Según las personas que estuvieron con ella durante la madrugada del viernes, Anahí se juntó con ellos pasadas las 4 de la madrugada (antes estuvo con su madre en la vivienda que ambas compartían) donde comienza el canal y que la gente de Quines denomina “el muro”.
Ese punto de encuentro está ubicado a unos 6 kilómetros de donde fue hallada la mujer en la esquina de 17 de Agosto y Manuel Félix Montiveros, que a su vez está a unas diez cuadras de donde vivía Anahí.
En ese lugar estuvieron al menos un par de horas donde los testigos admitieron que tomaron alcohol. Hasta que en un momento se dieron cuenta que la joven no estaba y comenzaron a buscarla. Como no la encontraban, pensaron que se había vuelto a su casa y finalmente todos decidieron volver a sus domicilios.
Pocas horas más tarde sus amigos y familiares declararon que se enteraron de que había aparecido su cuerpo en el canal, atascado en una compuerta, por el aviso que dieron los empleados del Consorcio de Riego que diariamente recorren el canal que trae agua del Río Candelaria.
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