En un intento por superar diez días de conflictos y tensiones políticas con los gobernadores, el gobierno de Javier Milei muestra un gesto de distensión al enviar al ministro del Interior, Guillermo Francos, a Salta.
El motivo principal de su visita es participar en las celebraciones por los 200 años de la Batalla de Salta, pero también se espera que aproveche la ocasión para mantener un encuentro con el gobernador Gustavo Sáenz y otros mandatarios del norte.
El conflicto surgió a raíz del fracaso de la Ley Ómnibus en el Congreso, donde los legisladores de Salta votaron en contra de la delegación de facultades, generando acusaciones y tensiones entre el presidente y algunos gobernadores. La Casa Rosada llegó incluso a calificar a algunos de ellos como “traidores”.
La lista de gobernadores presentes incluirá a Raúl Jalil de Catamarca y Hugo Passalaqua de Misiones, mientras que Carlos Sadir de Jujuy no podrá asistir, pero enviará a un representante. El contexto de la visita se da en medio de duras declaraciones del gobernador Sáenz, quien expresó su firmeza ante las medidas del Gobierno Nacional, como la quita de subsidios al transporte y el aumento de tarifas.
En un acto reciente, Sáenz afirmó que no se arrodillarán ante nadie y defendió a los maestros afectados por la suspensión de los fondos para el Fondo de Incentivo Docente. Además, criticó la inequidad en la distribución de subsidios al transporte y el aumento de tarifas, argumentando que afecta gravemente al norte argentino.
La llegada de Francos a Salta, invitado por Sáenz, se interpreta como un gesto importante del Gobierno para descongelar relaciones, retomar el diálogo y reconstruir la relación en medio de la crisis. A pesar de los ataques continuos de Milei a los gobernadores, el ministro del Interior busca mantener un diálogo activo con todos los mandatarios en un momento crucial para el país.
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