A pesar de que gran parte de los testigos de la agresión son familiares de Franco Chávez, nadie quiso defenderlo ni excusarlo en las declaraciones que dieron ante el juez. Este martes, el joven de 18 años fue enviado a la cárcel procesado por intentar matar a su propio primo, Diego Chávez, que sigue internado en el Policlínico “Juan Domingo Perón” con un disparo en la cara.
El hecho por el que encarcelaron a Franco ocurrió la noche del sábado 16 de mayo en una vivienda de Güemes 215, entre España y Potosí, en el barrio San Antonio de Villa Mercedes.
Según averiguaciones de los efectivos de la Comisaría 8ª, a Diego Chávez, que tiene 30 años, no le gusta el estilo de vida que lleva su primo, al parecer asociado a hechos delictivos, aunque la Policía confirmó que no cuenta con antecedentes.
Por ese motivo, cuando se cruzaron en una reunión familiar no pudieron evitar pelear y forcejear hasta que fueron separados por tíos y primos. Cuando todos pensaron que la pelea había terminado, Franco regresó con un revólver calibre 22 y le disparó a Diego en la cara sin mediar palabra.
Si bien pasó algunos días internado en el área de terapia intensiva, la vida del mayor de los Chávez nunca corrió peligro ya que el proyectil “le ingresó por la boca y quedó alojada en el maxilar derecho”, comentó el subcomisario Ricardo Fernández, subjefe de la Comisaría 8ª.
No obstante ello, el hombre sigue internado mientras los médicos evalúan operarlo para sacarle la bala.
El agresor fue detenido esa misma noche, a 70 metros de su casa, escondido en el patio de una vivienda ajena sobre calle España, con el arma que había utilizado aún encima.
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