Dos individuos de 28 y 31 años, apellidados Schiel y Verón, intentaron llevar a cabo un astuto plan: simular el robo de un automóvil para cobrar un seguro. Sin embargo, su intento de sostener la mentira ante las autoridades pronto se derrumbó, dejando al descubierto una trama de engaños y complicaciones legales.
La historia comienza cuando Schiel denunció el supuesto robo en la Comisaría 36ª. Inicialmente, afirmó que un Peugeot 207, con la patente LGD189 y propiedad de su pareja, había desaparecido de afuera de la casa de su hermana en la calle Francia. Sin embargo, cuando la Policía interrogó a la hermana, ella afirmó haber estado en su domicilio durante la noche y la mañana en cuestión, desconociendo cualquier robo del vehículo.
Esta contradicción llevó a Schiel a cambiar su versión, declarando que el auto en realidad había desaparecido de Berrondo y Brasil, fuera de la casa de su amigo Verón, a quien acusó de tener un romance con la pareja de este último. Verón y su novia también respaldaron la historia, asegurando que el Peugeot había sido robado de su vivienda.
Sin embargo, la Policía revisó las cámaras de seguridad del área y desmontó la mentira. No solo confirmaron que el automóvil nunca estuvo estacionado donde decían, sino que también descubrieron que el lector de patentes registró la salida de la provincia de un vehículo con dominio LGD189 el 8 de octubre, en Vizcacheras.
Finalmente, la novia de Verón quebró su silencio y admitió que todo era una farsa. Reveló que habían vendido el Peugeot a personas en Justo Daract, quienes solo pagaron una cuota de la venta. Posteriormente, recuperaron el automóvil y lo volvieron a vender, pero no sabían quién era el comprador, ya que este individuo desapareció.
Por orden del fiscal instructor José Olguín, los amigos Schiel y Verón fueron demorados y enfrentarán cargos por el delito de “Falsa denuncia.” Esta historia demuestra que, en ocasiones, la verdad siempre sale a la luz, incluso cuando se teje una red de engaños para evitarla.
Comments