Sergio Arias, acusado de intento de homicidio, deberá enfrentar un juicio que podría condenarlo a 12 años de prisión. Esta historia de tragedia familiar comenzó a principios de este año cuando Sergio Isaías Arias atacó a su propio hermano, Edgar Jordan Arias, en la casa que compartían en el barrio Cerro de la Cruz, ubicado en la capital. El resultado fue devastador: una de las puñaladas afectó una arteria vertebral de Edgar, dejándolo parapléjico.
El sábado 11 de febrero, en la casa 35 de la manzana 246, una discusión entre los hermanos desencadenó el violento episodio. La raíz del conflicto se relacionaba con el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) de Sergio, que lo llevaba a acumular objetos. Este comportamiento, motivo de constantes desacuerdos previos, desembocó en un enfrentamiento físico que cambió sus vidas para siempre.
Sergio, de 50 años, tomó un cuchillo de cocina con una hoja de aproximadamente 20 centímetros y atacó a su hermano por la espalda. Edgar sufrió tres puñaladas en el cuello, dos en la nuca, una en el costado izquierdo y otra en la quinta vértebra lumbar. Después del ataque, intentó escapar, pero vecinos lograron retenerlo hasta que la policía llegó al lugar y auxilió a Edgar, quien estaba gravemente herido y perdiendo sangre.
Si no hubiera sido por esta rápida asistencia, la vida de Edgar habría estado en peligro. A pesar de sobrevivir, las secuelas de la agresión son, en su mayoría, irreversibles. Sergio fue imputado por “Homicidio simple en grado de tentativa” y pasó 60 días en prisión preventiva bajo la custodia de un vecino después de su liberación.
Tanto la defensa como la fiscalía solicitaron pericias psicológicas y psiquiátricas para determinar si Sergio padecía alguna patología que afectara su capacidad para comprender sus acciones. Sin embargo, estas pericias no arrojaron resultados concluyentes, mencionó la defensora oficial 2, Nadia Agúndez.
Esta semana, la causa se elevó a juicio después de una audiencia de control de acusación. El fiscal de Instrucción, Esteban Roche, mantuvo la calificación legal inicial y solicitó una condena de 12 años de prisión para Sergio. El fiscal consideró la falta de antecedentes de Sergio como un atenuante, mientras que destacó como agravantes que atacara a su hermano por la espalda, que lo dejara herido y tratara de huir, mostrando un claro menosprecio por el vínculo de sangre que los unía. Esta impactante historia continuará en el tribunal, donde se tomarán decisiones que afectarán el futuro de estos dos hermanos.
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