Los reclusos, que temen enfermarse de COVID-19, aseguran que no cuentan con elementos de seguridad para evitar la propagación del virus. Portan palos y prendieron fuego colchones.
Esta protesta se suma a las que se produjeron en los últimos días en las unidades de Florencio Varela y Melchor Romero.
La serie de incidentes comenzó después de las 9 y hasta el momento la tensión continúa: tiraron sillas, piedras y todo tipo de elementos contra las autoridades de seguridad. Se trata de unos 50 reclusos.
Las autoridades esperan que la situación se calme para comenzar a negociar con los presos.
“Nos negamos a morir”, reza una de las banderas que los presos colgaron en el techo. En la cárcel de Villa Devoto hay unos 1690 internos.
La Jefatura del Complejo Penitenciario Federal de la Ciudad de Buenos Aires asegura que no hay contagios entre los reclusos y que el reclamo de fondo está dirigido hacia la Justicia, debido a las condiciones de hacinamiento en esa cárcel porteña.
Sin embargo, en un comunicado al que accedió este medio, aceptan que un agente dio positivo y que se debió aislar a la población. Esto despertó preocupación entre los presos.
El miércoles, una pelea entre presos en la Unidad 23 de Florencio Varela terminó con un recluso muerto, según se pudo saber de fuentes del Servicio Penitenciario Bonaerense. Todo comenzó debido a que un grupo intentó llevar adelante una huelga de hambre para exigir mayores medidas de seguridad por el coronavirus, y otro sector se negó.
El incidente se suma a la serie de hechos de tensión que se registran en diferentes cárceles del país con motivo de exigir prisiones domiciliarias y liberación ante el avance de la pandemia.
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