La residencia de Miguel Grosso se convirtió en escenario de un audaz robo durante la noche del pasado sábado. Los perpetradores, enfocados en un único objetivo, saquearon cada rincón de la vivienda con la convicción de encontrar una cuantiosa suma de dinero en efectivo.
Hasta el momento, Grosso no ha formalizado la denuncia, según confirmó una fuente cercana, pero se espera que una vez que lo haga, la investigación recaiga en manos del fiscal instructor Leandro Estrada. A pesar de la ausencia de la denuncia oficial, agentes de la Comisaría 31ª y del Departamento de Investigaciones ya se encuentran realizando averiguaciones preliminares, según informó la misma fuente.
El robo se llevó a cabo mientras los Grosso no se encontraban en la casa, convirtiendo la propiedad en un blanco vulnerable para los delincuentes. La esposa de Miguel Grosso fue la primera en descubrir el saqueo al regresar a la residencia alrededor de las 4 de la mañana del domingo.
Los intrusos no escatimaron esfuerzos para alcanzar su objetivo: destrozaron puertas, desmantelaron techos en busca de objetos de valor, y hasta llegaron a desmontar un jacuzzi en su afán de inspeccionar minuciosamente. El cuantioso botín incluye un millón de pesos en billetes de mil, otros 200 mil pesos aparte, 6 mil dólares y una colección de objetos de valor, entre los que se cuentan relojes, collares, pulseras, anillos de oro macizo y dos linternas tácticas.
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