Sergio Massa, tras su victoria en las elecciones generales, proclamó con determinación: “La grieta se murió y empieza una nueva etapa el 10 de diciembre.” En un emotivo discurso desde el búnker de Unión por la Patria, a poco menos de un mes de la segunda vuelta, agradeció a los más de 8 millones de argentinos que depositaron su esperanza en su liderazgo.
Con un 98,45% de las mesas escrutadas, el ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria logró una remontada impresionante desde su tercer lugar en las PASO de agosto. “Quiero agradecerle a cada uno de nuestros militantes y simpatizantes, me tocó ser la cara, pero no tengan ninguna duda que, en la fuerza, la voluntad, el compromiso que de punta a punta encontré en cada uno, estuvo la energía que nos permitió que creciéramos casi 15 puntos de la primaria a hoy,” sostuvo Massa.
En su camino al balotaje, programado para el 19 de noviembre, Massa se dirigió a un amplio espectro de votantes, extendiendo una mano a aquellos que votaron en blanco o se abstuvieron en las elecciones. Prometió esforzarse al máximo para ganarse su confianza y subrayó su compromiso de convocar a un gobierno de unidad nacional si asume el cargo el 10 de diciembre.
En tercer lugar se ubicó Patricia Bullrich, candidata del PRO, con un 23,83%. Sergio Massa demostró ser un estratega político, revirtiendo votaciones en múltiples provincias, lo que lo consolida como un fuerte contendiente en el panorama político argentino.
La noche de su victoria, Sergio Massa celebró en su característica camioneta junto al gobernador de la provincia, Axel Kicillof, y el aspirante a vice y titular de ministros, Agustín Rossi. La victoria de Massa promete una nueva era en la política argentina, marcada por la unidad y el respeto a las instituciones democráticas.
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