Policiales

Tiene prohibido acercársele y la golpeó salvajemente frente a una multitud

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Las lesiones con las que terminó Torres. Fotos: Gentileza.
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Para la abogada Leticia Latini, el simple hecho de que Martín Díaz se le haya acercado a su defendida, Paula Torres, amerita que el hombre esté detenido por violar la orden de restricción que pesa sobre él desde 2018. Pero no lo está. A eso se le suma la terrible golpiza que le dio el domingo, frente a una multitud, en la zona céntrica de Villa Mercedes. “Estoy muy cansada de vivir así, en serio, ya no puedo más”, comentó la víctima.

En una entrevista con FM Latina de Villa Mercedes, Torres explicó que tiene un hijo en común con Díaz, de 4 años, motivo por el que siguen teniendo vínculo.

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La pareja se separó hace poco más de tres años, y una de las primeras denuncias que hizo fue a fines de 2017, cuando el agresor amenazó a su padre con un arma en la cabeza. Al año siguiente, en 2018, la mujer logró que el Juzgado de Violencia le otorgara una orden de restricción, “por tiempo indefinido porque las pericias psiquiátricas que le hizo el cuerpo forense del Poder Judicial no le fueron favorables. Demostraron que era violento”, le explicó Latini a El Diario.

Al principio, el nexo para que el nene viera a su papá era su abuelo paterno. Además, ella contaba con un botón antipánico, igual que una pareja que supo tener, a quien Díaz le desfiguró el rostro en una golpiza, por el solo hecho de estar con ella.

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De esas primeras denuncias hasta septiembre de 2020, cuando el hombre finalmente pareció calmarse, Torres estima que hizo otras 9, tanto en la Comisaría 8ª como en la oficina de recepción de denuncias del Poder Judicial.

Acá no se abordó el hecho ni desde la perspectiva de género ni desde la Ley Micaela. Por cómo se vienen manejando las causas de este tipo, el mero hecho de haber violado la perimetral ameritaría que él esté detenido

Pero el domingo la calma se terminó. Cerca de las 22, Paula recibió un llamado de su madre, que le avisaba que Díaz estaba en la puerta de su casa para entregarle al niño.

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“Yo estaba en la casa de mi pareja, que vive a la vuelta. El padre de mi hijo estaba en la puerta de mi casa, en el auto, con tres amigos más y mi hijo a upa. Cuando llegué no me lo quería dar, y cuando logré sacárselo empecé a tocar timbre para que me abran la puerta. Ahí se bajó del auto a querer quitármelo. A todo esto, cuando mi mamá me abrió la puerta, mientras él tironeaba al nene para todos lados, le pegó una piña a mi mama, después otra a mí, me tiró al piso, me sacó al nene y se subió al auto”, relató.

En estado de shock, Torres comenzó a correr hacia la comisaría, pero a apenas una cuadra, en calle Pringles, vio al auto de Díaz, que regresó para agredirla a ella y a su novio, que había bajado de su departamento para ayudarla.

“Se bajaron con los amigos. Tenían manoplas, siempre se manejan de la misma forma”. Al joven lograron tirarlo a piso y lo patearon y golpearon entre dos. Mientras, Díaz se ocupó de pegarle y luego corretearla entre los autos, ante la mirada atónita de más de 20 personas, calcula.

“Me agarró de los pelos y me tiró al piso delante no sé de cuánta gente. Me arrastró como una bolsa de basura. Me pegaron patadas en la espalda con los amigos”, aseguró. “La gente que se había reunido, unos hombres que se bajaron de un auto, le pegaban para que me soltara y él seguía como nada. Quedó todo ensangrentado y no me soltaba”, agregó.

Todos terminaron en la Comisaría 8ª, pero Torres asegura que su ex estaba en la calle a las tres horas. Además, la víctima asegura que fue amenazada en la seccional por el abogado de Díaz, delante de las mujeres policía que redactaban lo ocurrido.

Por lo pronto, Latini espera que la Policía cierre el sumario para pedir el abocamiento del juez Santiago Ortiz, sobre el que sospecha cierta imparcialidad que la llevaría a pedir una recusación.

“Acá no se abordó el hecho ni desde la perspectiva de género ni desde la Ley Micaela. Por cómo se vienen manejando las causas de este tipo, el mero hecho de haber violado la perimetral ameritaría que él esté detenido”, se quejó la latreda.

“Ya no puedo hacer nada. No puedo salir a ningún lado porque no sé en qué momento me lo voy a cruzar y se va a transformar como le pasó el domingo”, concluyó Torres, que se recupera de las lesiones en su casa.

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