Rojo fue procesado y recibió 30 días de prisión preventiva por el juez de Garantías 4, Marcelo Bustamante Marone, debido a su presunta participación en un ataque con arma blanca en el cual resultaron heridos su hermano y dos jóvenes más. Las víctimas continúan hospitalizadas y se espera que varios testigos participen en una rueda de reconocimiento para colaborar con la investigación.
El procesamiento de Francisco Crispín Rojo se basa en los cargos de “Lesiones leves —dos hechos— y Lesiones graves en concurso real”. Los hechos ocurrieron en la madrugada del sábado, cerca del kilómetro 782 de la avenida José Santos Ortiz, en la vereda de un salón de eventos llamado Skandalo.
Durante la audiencia de formulación de cargos, el fiscal de Instrucción 1, Emmanuel Sastre, relató detalladamente los acontecimientos. Según testigos entrevistados, Francisco primero atacó a su hermano con un cuchillo y luego se dirigió a un grupo de jóvenes que acababan de salir del mencionado evento. Sin mediar palabra, comenzó a apuñalar indiscriminadamente, hiriendo a los hermanos Máximo y Dalmiro Barroso.
Uno de los jóvenes que asistió a la fiesta junto a los hermanos Barroso llamó a su padre, quien llegó rápidamente al lugar y los trasladó en su vehículo al Hospital San Luis. Posteriormente, fueron trasladados en ambulancias al Hospital Central “Ramón Carrillo”. Aldo Alejandro Rojo, el hermano del agresor, también recibió atención médica minutos después del incidente.
Las lesiones sufridas por los hermanos Barroso fueron catalogadas como leves. Máximo recibió una puñalada en el abdomen que afectó su hígado, mientras que Dalmiro ingresó al hospital con una lesión en el tórax que comprometió su pulmón, requiriendo un drenaje. Ambos se encuentran internados, en estado estable y fuera de peligro.
Sin embargo, Aldo Alejandro Rojo fue quien sufrió las heridas más graves, con cuatro lesiones de arma blanca en el abdomen y el tórax. Estas provocaron una severa hemorragia que lo mantuvo en terapia intensiva durante las primeras horas. Gracias a su evolución, fue trasladado a una sala común este martes.
Durante la audiencia, el fiscal Sastre mencionó que Carlos Figueroa, encargado del salón Skandalo, declaró haber escuchado una discusión en la vereda, seguida de un grito de “¡me apuñalaron!”. Al acudir al lugar, encontró a tres jóvenes heridos en el suelo.
En el perímetro del salón, la policía encontró y secuestró un cuchillo de cabo blanco y otro con cabo de madera. Ambos serán sometidos a peritajes para determinar si contienen rastros genéticos y realizar pruebas de ADN.
Sastre también mencionó que el salón cuenta con cámaras de seguridad, pero estas solo graban y no registraron el incidente.
La declaración del empleador del imputado también fue tenida en cuenta. Según su testimonio, Francisco Crispín Rojo llegó ebrio al lugar de trabajo el sábado y mencionó haber estado en una fiesta antes de acostarse a dormir en una habitación de herramientas. Posteriormente, el testigo se enteró de la apuñalada a su hermano y alertó a la Policía en la Comisaría 3ª. Las autoridades secuestraron prendas de vestir y el teléfono celular de Rojo en la estancia, y el joven fue arrestado en la vía pública el domingo por la noche, en el barrio Maximiliano Toro.
Por último, el fiscal solicitó una prisión preventiva de 60 días para el imputado, argumentando que restan producir pruebas como entrevistas a diversos testigos, una rueda de reconocimiento y peritajes a los elementos secuestrados. Considerando que la libertad de Rojo podría entorpecer la investigación, debido a su vínculo familiar con una de las víctimas y su falta de domicilio estable, el juez Bustamante Marone le ofreció la oportunidad de declarar, pero el acusado se abstuvo de hacerlo. La defensora oficial Victoria Suárez, representante de Rojo, cuestionó la calificación legal y consideró excesivo el plazo de prisión preventiva solicitado, argumentando que las pruebas pendientes no deberían llevar mucho tiempo.
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