Lara se encuentra actualmente en casa de un familiar, en lugar de regresar a su hogar en el barrio La Ribera, que fue devastado por las llamas en la madrugada del 13 de marzo. Los investigadores aún no han determinado si la muerte de su hija de 11 años, Abril, se debió al incendio.
Lara sufrió graves quemaduras en las vías respiratorias y no podía respirar por sus propios medios, por lo que tuvo que ser atendida en terapia intensiva. Además, también tenía cortes en el pecho y los brazos, que parecían haber sido autoinfligidos con un cuchillo.
Afortunadamente, Lara ha superado la terapia intensiva y fue trasladada a una sala común del Hospital “Verónica Bailone”, donde se mantuvo bajo supervisión de salud mental. Los médicos le han dado el alta y ahora está alojada temporalmente en casa de un familiar.
Los investigadores no han interrogado a Lara sobre el incendio aún, ya que la mujer no está en condiciones psicológicas de hablar. Además, todavía están esperando el resultado final de la autopsia de Abril para determinar si su muerte fue causada por el incendio.
La causa de la muerte de la niña no se debió a la inhalación de humo, según un informe preliminar de la necropsia. En cambio, los médicos indicaron que murió por broncoaspiración, producto de un vómito. Las averiguaciones establecieron que un día antes del incendio, Lara había comprado nafta en una estación de servicio local.
Por otro lado, las pericias realizadas por los Bomberos de la Policía revelaron que los focos de incendio fueron en el comedor, la cocina y un galpón en el fondo de la casa. Además, se encontró que una mesa de algarrobo había sido colocada estratégicamente para bloquear la puerta de entrada, lo que sugiere que el fuego no fue accidental.
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